Hoy he visto un tuit (bueno, una publicación en X) interesante acerca de alguien al que le resultaba difícil tirar las cajas de los objetos que compraba, especialmente aquellos electrónicos de cierto valor. Me siento totalmente identificado y he decidido plasmar las normas que aplico para decidir cuándo guardar (o no guardar) la caja de un producto nuevo para que todos podamos utilizarla.
Es muy sencilla, solo hay que multiplicar, sumar y restar. Lo difícil es decidir objetivamente qué valor aplicar a cada variable:
(P.garantía x 0,2 + P.reventa x 0,8) x (Espacio disponible x (1 – tamaño de la caja proporcional a espacio libre))