Varias personas me habían hablado de este título y era uno de los que quería leer prácticamente desde que, en 2019, terminé al etapa estudiantil y me introduje de lleno en el sector profesional del desarrollo de software. Sin embargo, no es hasta ahora (5 años después) que lo he leído. En parte, veo que estoy en un buen entorno laboral porque la mayoría de las cosas que defiende no resultan raras para mí. Por ejemplo, en mi caso no vemos los tests como un coste y somos bastante amigos de una buena metodología.
En parte por esto, considero que el título está algo sobrevalorado, no porque sea malo sino porque tenía, tal vez, las expectativas muy altas. Por un lado, porque al haber vivido ciertas cosas ya en mi propia piel, ahora me parece menos útil que el libro me las cuente. Y no es malo en sí. Muchas veces me gusta leer cosas que, sin aportar grandes cantidades de nuevo conocimiento, me ayuda a poner palabras a mi pensamiento.
Hay numerosas ideas en el libro con las que no estoy al 100% de acuerdo. No es que sean malas ideas en sí mismas, sino que son ideas que, siendo idílicas para buscar un mundo perfecto, chocan con la realidad del día a día.