Hoy he visto un tuit (bueno, una publicación en X) interesante acerca de alguien al que le resultaba difícil tirar las cajas de los objetos que compraba, especialmente aquellos electrónicos de cierto valor. Me siento totalmente identificado y he decidido plasmar las normas que aplico para decidir cuándo guardar (o no guardar) la caja de un producto nuevo para que todos podamos utilizarla.

Es muy sencilla, solo hay que multiplicar, sumar y restar. Lo difícil es decidir objetivamente qué valor aplicar a cada variable:

(P.garantía x 0,2 + P.reventa x 0,8) x (Espacio disponible x (1 – tamaño de la caja proporcional a espacio libre))

Antes de proceder sí que hago una recomendación importante. Aunque te salga un cero total (o sea, que no deberías guardar esa caja ni en sueños) guárdala siempre un mes o 15 días. Ya que, para poder hacer uso del derecho de desistimento, es necesario y nunca sabes lo que puede pasar.

Persona enterrada bajo una montaña de cajas

Foto de cottonbro studio: https://www.pexels.com/es-es/foto/piernas-montana-casa-acostado-4553277/

La fórmula explicada

Las variables que vamos a considerar son las siguientes, y todas toman valores continuos entre 0 y 1:

  • Probabilidad de garantía: ojo, no es la probabilidad de que dicho objeto vaya a estropearse dentro del período de garantía (nunca deberías perder el acceso a la garantía por no tener el embalaje original), sino la ventaja que supone tener la caja original en caso de necesitar la garantía. Por ejemplo: para una pantalla es importante el embalaje original en la garantía porque, si la tienes que enviar con un embalaje distinto, podría ser que no lo hicieras adecuadamente y la tienda no se hiciera responsable de la garantía. Sin embargo, para una tostadora, es irrelevante.
  • Probabilidad de reventa: en este caso sí que es la probabilidad de que vayas a revender ese artículo, pero también cobra importancia no solo que vayas a revenderlo, sino (igual que el punto anterior) la relevancia de la caja original en la reventa. Ciertos artículos es mucho más fácil venderlos con la caja original. Otros, aunque guardes la caja original, los vas a revender igual de bien o mal. Aún así, generalmente, tener la caja original facilita el embalaje en el envío, por lo que suelo aplicar el máximo valor (o sea, 1) si tengo pensado revenderlo.
  • Espacio disponible: si tienes espacio disponible, pon valores cercanos a 1. Si no tienes nada de espacio porque vives compartiendo piso y no tienes trastero ni familiares cerca que puedan dejarte espacio para un par de cajas, en ese caso 0. Para comparar varios objetos y decidir cuáles te interesa guardar o no, es recomendable que utilices siempre el mismo valor de espacio disponible. Yo siempre pongo 1.
  • Tamaño de la caja: 1 para la caja más grande posible (algo como un frigorífico). Cero para la caja más pequeña, (por ejemplo, un teléfono).

Tras conocer las variables, la fórmula final que nos queda es:

(P.garantía x 0,2 + P.reventa x 0,8) x (Espacio disponible x (1 – tamaño de la caja proporcional a espacio libre))

El primer bloque representa la importancia de guardar la caja. Asigno 20% a la garantía porque, como he dicho, para mí la garantía no es importante. Tenga o no tenga el embalaje, la garantía debe cubrirlo. Por mucho espacio que tenga, prefiero guardar cajas importantes para reventa. Estos pesos puedes ajustarlos, pero siempre ambos deben sumar 1. Es decir, si sumo peso a la garantía, lo reduzco de la reventa.

En mi caso, ya se ve que para mí lo importante es la reventa. Hay que tener en cuenta también que el espacio tiene un coste. Si no es un coste directo, es un coste de oportunidad: ese espacio no lo puedes utilizar para guardar otra cosa. Por eso, en muchos casos, prefiero deshacerme del embalaje y, en caso de necesitar garantía, puedo idear un embalaje o incluso pagar por él (si considero que el coste de pagar por él es inferior al coste de haber guardado el embalaje original durante mucho tiempo).

El segundo bloque representa la proporción del tamaño del embalaje respecto a tu espacio disponible. Si es 0 significa que o bien no tienes espacio o bien que la caja es tan grande que no vale la pena. Generalmente, cuanto más grande sea el objeto a embalar, menos importancia cobra el embalaje «original». Para una casa normal con trastero y hueco en armarios, podemos asignar 1 en espacio disponible (como he dicho, yo siempre pongo 1). En ese caso, el embalaje de un frigorífico, por ejemplo, tendría un tamaño cercano a 1. Por lo que la proporción de espacio disponible respecto a tamaño es baja. Sin embargo, para el mismo frigorífico si vives en una mansión con gran espacio dedicado a almacenamiento, el tamaño de la caja para tí va a ser más pequeño. Manteniendo 1 en espacio disponible (porque asigno 1 siempre que tengo «de sobra»), en este caso, tengo tanto de sobra que el tamaño sería 0,4 en vez de 0,8, por ejemplo. En un caso extremo como este, un embalaje cercano a 1 sería de una persona de alto poder adquisitivo que guarda los contenedores en los que trae sus coches o cosas así.

Los resultados pueden oscilar entre 0 y 1. Según tu resultado:

  • Inferior a 0,2: no tiene sentido que guardes esa caja. Aunque tengas todo el espacio del mundo.
  • Entre 0,2 y 0,4: no es suficientemente importante para tener que guardarla. Si te sobra espacio valora guardara solo durante el período de garantía.
  • Entre 0,4 y 0,6: puedes guardarla pero no es importante.
  • Entre 0,6 y 0,8: guárdala, pero no es lo más prioritario. Es lo primero que deshecharás si tienes que aumentar espacio disponible.
  • Más de 0,8: es importante guardarla y, además, tienes espacio. Guárdala toda la vida últil o hasta la reventa.

Ejemplos prácticos

Como todo en esta vida, se entiende mejor con ejemplos. El espacio disponible es 1. Tengo espacio libre en el trastero, habitaciones libres en casa, etc. Sin embargo, verás que el espacio libre puede ser todo el del mundo, pero ello no implica que sea inteligente guardar todas las cajas solo por esa razón.

Pantallas

Voy a poner 3 ejemplos, reales en mi caso. Quiero empezar por aquí porque son de la misma familia de productos y, sin embargo, tienen parámetros totalmente distintos.

Televisión principal: se trata de una pantalla muy grande, 65 pulgadas, cuya caja es aún más grande. En este caso, sí que vendría bien tener el embalaje original en caso de necesitar garantía. Aunque, en mi opinión (y aquí cada uno que aplique la suya) si la tele funciona bien el primer mes es raro que se estropee en el período de garantía. Si tiene un problema, suele venir desde el principio. Por tanto, le doy un valor alto, pero tampoco absoluto, a la probabilidad de garantía: 0,8. Respecto a la probabilidad de reventa, en mi caso le asigno un cero total, ya que esta pantalla no la voy a revender. Solo cambiaré a una nueva en caso de que se estropee, no suelo cambiar de televisión cada poco tiempo por nuevas tecnologías. El espacio disponible, como he dicho, es 1. Podría tener esa pedazo de caja guardada y olvidarme. Pero claro, el tamaño de la caja, si bien no es 1, sí que le asigno un 0,5. Por tanto, el resultado es el siguiente:

(0,8 x 0,2 + 0 x 0,8) x (1 x (1-0,5) ) = 0,16 * 0,5 = 0,08 (valor inferior a 0,2. No guardo la caja)

Este caso me gusta especialmente porque el embalaje es importante para la garantía. Sin embargo, la proporción de lo que ocupa respecto al espacio disponible y el hecho de que, para la garantía (que no devolución), no es legalmente necesario el embalaje original, me hace llegar a la conclusión de que prefiero deshacerme del embalaje y tener que fabricar/buscar/pagar un nuevo embalaje si lo necesito para la garantía. En este caso, el coste de oportunidad/monetario de almacenar una caja tan grande es, para mí, mayor que el coste monetario/de tiempo de fabricar un nuevo embalaje en caso de necesidad.

Monitor de trabajo: una pantalla pequeña de 24 pulgadas, la caja no es exageradamente grande, se podría guardar perfectamente en un armario sin molestar. La compré usada, por lo que no tenía garantía, así que asigno cero en este caso. Si la hubiera comprado online, asignaría un 1 porque, para el proceso de envío en caso de garantía, es importante contar con un buen embalaje. En caso de necesitar garantía, si no se embala bien es un producto que puede sufrir daños en el transporte, o que la tienda utilice ese «embalaje no adecuado» para no hacerse responsable de la garantía. También se trata de una pantalla que no voy a revender, sino que utilizaré hasta que se estropee (cero a este valor). El tamaño de la caja es relativamente pequeño, pero no es el más pequeño posible, un 0,1 es adecuado. Aquí voy a presentar dos casos: mi caso (no garantía) y el caso de haberla adquirido nueva, ya que cambia totalmente (de cero a uno) y así vemos cómo afecta la variable por sí sola al conjunto global:

Sin garantía: (0 x 0,2 + 0 x 0,8) x (1 x (1 – 0,1)) = 0 x 0,9 = 0

(no guardo la caja bajo ningún concepto)

Con garantía: (1 x 0,2 + 0 x 0,8) x (1 x (1 – 0,1)) = 0,2 x 0,9 = 0,18

(no guardo la caja, pero podría ser interesante guardarla un tiempo o el perídodo de garantía por su cercanía a 0,2)

Monitor ultrawide: el tercer monitor es muy especial. El monitor del simulador. Una foto para ilustrar:

Imagen de monitor ultrapanorámico de simulador

Este monitor también lo compré usado (cero a garantía). Sin embargo, se al 100% que lo voy a revender. Hay 2 motivos para revenderlo: que me deshaga del simulador por falta de espacio (aunque es poco probable, pero tener niños es lo que tiene) o, lo más probable, que mantenga el simulador y, por supuesto, este monitor sí que lo actualizaría. De hecho, esta versión es 1080p de resolución (de altura, de anchura es 2 veces 1920). Y ya existe la misma versión, más moderna, con resolución QHD (lo equivalente a un 1440p). Se que quiero esa versión y actualizaré tarde o temprano, por lo que revender este monitor es importantísimo. Al ser curvo, es muy importante su embalaje original. Además, si bien el embalaje es grande (el monitor mide 150cm de ancho) al ser igual de alto que un monitor de 27″, no es excesivamente grande, por lo que aplico un peso bajo de solo 0,2 a este embalaje, quedando la fórmula así:

(0 x 0,2 + 1 x 0,8) x (1 x (1 – 0,2)) = 0,8 x 0,8 = 0,64 (valor superor a 0,6. La guardo pero, en caso de necesidad extrema de espacio, no sería conveniente guardarla)

Este monitor es especial porque, en caso de que aumente la proporción del tamaño respecto al espacio disponible, significaría probablemente que tendría que desmontar el simulador antes, por lo que se vendería y desaparecería, es decir, que finalmente no lo guardaría. La conclusión de esto es que, si tienes algo de nicho como un simulador, tengas en cuenta el espacio del objeto + el embalaje siempre.

Electrodomésticos

Generalmente, en estos casos nunca se tiene intención de revender y, en caso de querer venderlo, no tienen importancia los embalajes originales, se puede poner cualquier protección. Además, tampoco es necesario el embalaje para la garantía, ya que al tratarse de objetos pesados, suelen mandar a un técnico a verlo antes de dar veredicto y la empresa se haría cargo en caso de necesitar transporte.

Por tanto, para electrodomésticos de gran tamaño, quedaría algo así:

(0 x 0,2 + 0 + 0,8) x (cualquier espacio) = 0

Conclusión: nunca guardes cajas de electrodomésticos. Cuanto más grande sea, menos sentido tiene.

Categorías de productos cuyo embalaje suele ser interesante

Ordenadores portátiles

Especialmente si son de marca Apple. Suelen ser objetos cuya vida útil es mayor de la que le damos. Es decir: nos deshacemos de ello y sigue funcionando. Eso significa que siempre existen posibilidades de reventa. En caso de que sean Macbooks, es todavía más interesante, ya que numerosas tiendas de compra-venta dan más si tienes embalaje. Incluso hay quien vende cajas por 5 o 10 euros.

Además, también es mejor tener el embalaje para la garantía. Quedando la fórmula algo así:

(1 x 0,2 + 1 x 0,8) x (1 x (1 – 0,15)) = 1 x 0,85  = 0,85 (conviene guardarlo siempre)

Teléfonos móviles

En este caso, depende de si es Iphone o android, porque el precio de reventa cambia mucho. Generalmente, los Iphone se venden bien. En mi caso, que compro Android, aunque revendo, no le doy mucha importancia al embalaje (los vendo baratos, si es que no estan rotos o los cubre el seguro). Sin embargo, la caja es tan pequeña (y además me sirve para otras cosas como organizar cajones) que, si bien puede tener poca importancia, es tan fácil guardarlo que conviene hacerlo. La importancia del embalaje para garantía en Iphone suele comportarse de forma inversa: en Iphone no importa (cualquier servicio técnico lo cubre y seguramente tengas alguno cerca). En cualquier otro Android, que seguramente hayas comprado por internet y tengas que  hacer envío en caso de garantía, se convierte entonces en algo interesante.

Iphone (0 x 0,2 + 1 x 0,8) x (1 x (1 – 0,01)) = 0,8 x 0,99 = 0,792 (pues eso, que la guardo)

Android – mi caso real – (1 x 0,2 + 0,5 x 0,8) x (1 x (1 – 0,01)) = 0,6 x 0,99 = 0,594

(Lo tomo como 0,6. Es decir:como es muy pequeña, se guarda. Sin embargo, si tuviese una crisis grande de espacio, es de las menos interesantes, guardaría tal vez el período de garantía)

Componentes de ordenador

Si tienes tu propio ordenador y vas actualizando, guárdalos. Para empezar, es interesante el embalaje para la garantía (por lo mismo: para protegerte ante la tienda y que no tengan la excusa de un mal embalaje). Además, siempre voy a actualizar. Y una gráfica que nueva cuesta 600 euros, la puedes revender por 300 por ejemplo un par de años después. Es una buena cantidad que justifica el almacenamiento de un embalaje que no es demasiado grande. El tamaño del embalaje varía un poco: no es lo mismo la placa base que el procesador, ya que este último tiene un tamaño más pequeño. Sin embargo, no le asignaría más de 0,15 a ninguno de ellos en cuanto a tamaño. La fórmula tendría esta pinta:

(1 x 0,2 + 1 x 0,8) x (1 x (1 – 0,15)) = 1 x 0,85 = 0,85 (O sea, se guarda)

En esta categoría hay una excepción: cuando te montas un pc por piezas, la torre viene con su caja. O sea, «la caja de la caja». Este caso es especial porque el embalaje original cobra menos importancia en caso de reventa por dos razones:

  • No tengo intención de revender la torre (actualizo componentes pero, desde hace 8 años, mantengo la misma torre). Me compré algo de calidad y no quiero revenderlo, quiero estirarlo porque sigue gustándome como el primer día. Aquí cada uno que valore su casuística.
  • En caso de revenderla, importa poco el embalaje original. Lo que importa es que vaya bien protegido.

Además, el embalaje de este elemento es muy grande, lo que le resta puntos:

(1 x 0,2  + 0,3 x 0,8) x (1 x (1 – 0,3)) = 0,44 x 0,7 = 0,308 (no la guardes. Como mucho, el período de garantía. Yo no la guardé ni siquiera ese período)

Categorías de productos cuyo embalaje conviene evitar

  • Mobiliario: sillas, mesas, estanterías, armarios, camas, etc.
  • Objetos de decoración sin electrónica: jarrones, tazas, vajillas «de lujo», etc.
  • Medios de transporte personal: bicicletas, patinetes. Embalajes grandes y garantías cubiertas sin necesidad de envío, generalmente. Como mucho, guárdalo parte del período de garantía.

En general, tal y como expresa la fórmula, da igual que tengas todo el espacio del mundo: hay embalajes que no resulta interesante guardar. Lo difícil es, cuando el espacio ya no es infinito, priorizar qué cosas guardar y cuáles no. Es ahí cuando la fórmula cobra sentido.

Si aplicamos la fórmula con objetividad, nos daremos cuenta de que hay muchas cosas que guardamos y que, seguramente, sea totalmente inútil o innecesario.